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¿De dónde vienen los sueños? ¿Son parte de nuestro recóndito inconsciente o proceden del imaginario colectivo, que nos envuelve como un magma? ¿Son acaso mensajes de los dioses, o de las amebas? ¿Los creamos nosotros o son ellos los que no crean, los que logran que nos inventemos cada mañana, tan fieramente humanos? Y esa forma viscosa del sueño que son las pesadillas, ¿a qué responden, qué anuncian? ¿Desajustes, desacuerdos, premoniciones, consejos, formas de liberar las frustraciones?
Pesadilla: Despertar y recordar el mundo exterior y enfrentarse al monto de obligaciones auto impuestas. Ganas de darse media vuelta y volver al sueño, de quedarse en esos mundos donde te miras las manos y se transforman en palomas o cuervos que te llevan volando hasta que descubres que el sol te ha derretido las plumas y caes y caes y caes mientras suena una sirena que anuncia el impacto. Despertar en tu cama, solo, con un despertador inexorablemente apegado a la línea del tiempo que rige en el mundo de vigilia. Recomponer el mundo otra vez: recordar, vivir.
Ser o no ser. Vivir o morir. Morir, dormir, tal vez soñar.
No hay peor pesadilla que despertar, una y otra vez, que olvidar lo soñado y llamar a lo que hay detrás de las lagañas "realidad".